
Invertir en todos y cada uno de los niños
El niño de nueve años se sienta en el suelo bajo su pupitre. Tamborilea con los lápices contra el tablero desde abajo. Algunos de sus compañeros se ríen, otros se tapan los oídos. Una y otra vez, el niño de cuarto grado causa disturbios en el aula con acciones como ésta. Su profesor aún no ha encontrado la manera de calmarlo. Ni siquiera una conversación con los padres ha aportado una solución.
En situaciones como ésta, los centros escolares pueden utilizar el instrumento del asesoramiento práctico cooperativo (KoPrax para abreviar). Los profesores registran el caso del que quieren hablar de forma anónima: sólo se menciona su edad y sexo. El grupo KoPrax, que se reúne una vez al mes en la escuela, está formado por un profesor de la escuela, un trabajador social escolar, un miembro del personal de los Servicios Sociales Generales (ASD) y un miembro del personal del programa abierto de trabajo con niños y jóvenes. A menudo también participan psicólogos escolares y, en el caso de las escuelas primarias, personal del centro de atención extraescolar.
"El hecho de que las escuelas y los servicios de asistencia a la juventud colaboren tan estrechamente es algo especial", subraya la responsable de educación, Stefanie Teichmann.
Concepto especial para Jena
El concepto fue desarrollado específicamente para Jena por la Universidad Friedrich Schiller y la Universidad de Ciencias Aplicadas Ernst Abbe. Lleva aplicándose desde el verano de 2010 y ahora se utiliza en doce colegios de la ciudad. Además de las escuelas primarias, también utilizan KoPrax los colegios públicos y los institutos. Si cambian los protagonistas, por ejemplo si hay un cambio de director, se renuevan los acuerdos de cooperación entre la autoridad educativa, la oficina de asistencia a la juventud, la escuela, el trabajo social escolar y las organizaciones independientes de asistencia a la juventud. Así lo han decidido ahora el Ernst-Abbe-Gymnasium, la Escuela Primaria Saaletal y la Escuela Comunitaria Kulturanum.
"Con estos acuerdos, las autoridades escolares reafirmamos nuestra responsabilidad de apoyar a las escuelas no sólo desde el punto de vista organizativo, sino también educativo. Para ello, la ciudad pone a disposición recursos específicos de los servicios de asistencia a la juventud, para una cooperación de confianza en interés de los niños", afirma Johannes Schleußner, Director de Educación. "Mi agradecimiento especial a las escuelas y organizaciones independientes que están muy comprometidas con este importante formato".
Las reuniones mensuales en las escuelas se centran siempre en la cuestión de cómo se puede apoyar a cada niño. Después de que el profesor haya formulado su problema, todos los participantes pueden hacer preguntas para entender el caso. A continuación, todos los miembros del grupo formulan hipótesis desde su propia perspectiva y función.
"Una perspectiva externa suele ser enormemente útil", subraya Teichmann.
Diferentes perspectivas
Mientras que los profesores se centran sobre todo en los procesos escolares, quienes se dedican al trabajo abierto con niños y jóvenes están muy familiarizados con el actual comportamiento de ocio de muchos jóvenes. El equipo del Servicio Social General (ASD) está formado para prestar un apoyo integral a las familias, mientras que los trabajadores sociales escolares actúan a menudo como mediadores entre los distintos mundos.
"La composición multiprofesional de las reuniones de KoPrax también significa que los participantes conocen mejor los métodos de trabajo de los otros grupos profesionales", dice el coordinador Teichmann.
Análisis conjunto de las causas
El grupo trabaja conjuntamente para investigar las causas. ¿Es necesaria una evaluación de las necesidades educativas especiales para determinar si el alumno de cuarto grado necesita un apoyo especial? ¿Es posible que haya una dificultad de lectura u ortografía o un déficit de atención? ¿Cómo puede canalizarse la energía del niño? ¿Ayuda que el niño asista a un club después de clase?
"En estas conversaciones suelen surgir ideas sorprendentes", dice Teichmann. En el mejor de los casos, el profesor acabará con varias soluciones posibles, entre las que podrá elegir una.
En el caso del inquieto niño de nueve años, quedó claro que necesitaba poder satisfacer sus ansias de moverse más. El niño se inscribió en un proyecto extraescolar, que le permitía asistir regularmente por las tardes a un programa de deporte abierto fuera del colegio. Gracias a los retos físicos como contrapeso a la escuela, el niño es capaz de seguir las clases cada vez mejor.
"El camino es a veces largo y agotador, pero merece la pena", dice el coordinador Teichmann. "Invertimos en cada niño con esta importante herramienta", subraya Schleußner, jefe de Educación. Por cierto, el asesoramiento de casos no tiene lugar necesariamente allí donde se necesita con especial frecuencia, sino que es más bien un signo de calidad. Schleußner: "Distingue a una escuela cuando opta por esta forma multiprofesional de asesoramiento".